Como empezar un jamón: Guía fácil para principiantes
Empezar un jamón puede parecer complicado si no sabes por dónde empezar, pero con unos pasos sencillos podrás disfrutar de todas sus mejores partes.
La clave es colocar el jamón con la pezuña hacia arriba para cortar primero la maza, que es la parte más jugosa y sabrosa. Esto te permitirá aprovechar al máximo el jamón desde el primer corte.
Además, necesitarás un buen jamonero y los cuchillos adecuados para cortar con seguridad y precisión.
Como no podía ser de otro modo, en este post te mostraré cómo preparar el jamón y mantenerlo para que cada loncha salga perfecta y llena de sabor. Verás que no es tan difícil como parece, y pronto podrás sorprender a todos en casa con un buen plato de jamón cortado a mano.
Preparativos antes de empezar un jamón
Antes de cortar un jamón, necesitas estar listo con lo correcto. Esto incluye saber qué tipo de jamón elegir, tener las herramientas adecuadas y preparar un espacio limpio y cómodo para trabajar.
Elección del jamón adecuado
El primer paso es escoger un buen jamón según tu gusto y presupuesto. Puedes elegir entre jamón serrano, que es más común y suave, jamón ibérico, que tiene un sabor más fuerte y complejo, o nuestro jamón de bellota. Siempre revisa que el jamón esté curado correctamente y sin daños en la piel.
Observa la pezuña para saber si es de cerdo ibérico (más oscuro) o serrano (más claro). Además, el tamaño importa: un jamón más grande suele tener más carne para varios cortes.
Herramientas imprescindibles
Para cortar jamón, necesitarás:
- Un jamonero, que es un soporte que mantiene el jamón firme.
- Un cuchillo jamonero largo y flexible para hacer cortes finos y precisos.
- No olvides un cuchillo más pequeño para limpiar la piel y la grasa, y un afilador para mantener los cuchillos en buen estado.
- También es útil tener un trapo limpio para secar las manos y una tabla para apoyar las lonchas al cortar.
Espacio y higiene
Prepara un área limpia y bien iluminada para cortar el jamón. Debe ser un lugar firme, con una superficie estable para evitar accidentes.
Lávate las manos antes y durante el proceso si es necesario. Usa siempre utensilios limpios y evita que el jamón toque superficies sucias. Mantén el espacio ordenado para facilitar el corte y la conservación del jamón durante el tiempo que vas a consumirlo.
Vídeo del proceso
Cómo colocar el jamón
Para colocar bien el jamón, tienes que prestar atención a su posición, la forma en que lo fijas y que esté nivelado. Esto te ayudará a cortar con seguridad y a aprovechar mejor la pieza.
Posición correcta en el jamonero
Coloca el jamón con la pezuña hacia arriba si planeas consumirlo rápido. Esto hace que la carne más blanda quede al alcance. Si vas a tardar mucho en terminarlo, pon la pezuña hacia abajo. Así la parte con más grasa queda protegida y conserva mejor el jamón.
La pieza debe estar lo más horizontal posible. La pezuña debe quedar hacia arriba o hacia abajo según lo que vayas a hacer. Esto evitará que la pieza se mueva o que cortes en mal ángulo.
Ajuste de la sujeción
Asegúrate de que el jamón esté bien fijo en el jamonero. La base debe sujetar firmemente la pezuña o la babilla para que la pieza no se mueva.
Revisa que el tornillo o soporte apriete bien sin dañar la carne. Si la sujeción está floja, corres el riesgo de cortes inseguros. Si aprietas demasiado, puedes aplastar la carne y dañarla.
Nivelación del jamón
El jamón debe estar nivelado para facilitar el corte. Utiliza una superficie plana y asegúrate de que no esté inclinado.
Un jamón bien nivelado te ayuda a hacer cortes uniformes y controlar mejor el cuchillo. También reduce la fatiga mientras cortas.
Verifica la posición varias veces antes de empezar para evitar reparar la sujeción durante el corte.
Primeros cortes del jamón
Para empezar bien con tu jamón, tienes que preparar la zona de corte y hacer un primer corte correcto. También es importante cuidar la grasa para que no se pierda sabor ni se dañe la pieza.
Retirar la corteza y la grasa exterior
Antes de hacer cualquier corte, debes limpiar la zona donde vas a trabajar. Usa un cuchillo pequeño y bien afilado para quitar la corteza dura que cubre el jamón.
Retira también la grasa amarilla que está pegada a la corteza, porque puede ser muy dura para comer. Deja algo de grasa blanca, porque aporta sabor y ayuda a que el jamón no se seque.
Haz este trabajo con cuidado para no cortar carne. La superficie debe quedar limpia, lisa y lista para dar las primeras lonchas.
Realizar el corte de apertura
Coloca el jamón en un jamonero firme con la pezuña hacia arriba si planeas consumirlo rápido o hacia abajo para hacerlo más lento.
El primer corte debe ser horizontal, paralelo al hueso, y en el lado más estrecho, que es la maza. Usa un cuchillo largo y flexible para hacer lonchas finas y parejas.
Empieza cortando desde la parte más cercana a la pezuña. Trabaja despacio para no desperdiciar ni cortar demasiado grueso. Esto ayuda a mantener una superficie estable para seguir cortando.
Conservación de la capa de grasa
Cuando dejes de cortar, protege la parte expuesta para que no se seque ni se oxide. Puedes cubrir la zona con la grasa que retiraste antes o con un paño limpio y seco.
También puedes poner papel film, pero siempre sin apretar mucho para dejar que el jamón respire. La idea es mantener la humedad interna.
Guarda el jamón en un lugar fresco, seco y alejado de la luz directa para conservar mejor el sabor y la textura. Así podrás disfrutarlo por más tiempo.
Técnicas para cortar lonchas
Para cortar lonchas de jamón que sean sabrosas y fáciles de comer, debes controlar bien la forma, el grosor y cómo mueves el cuchillo. La técnica correcta te ayudará a sacar lo mejor del jamón y evitará que la carne se desgarre o quede dura.
Corte a mano alzada
Cuando cortas a mano alzada, sostén el cuchillo de jamón con firmeza y mueve la hoja con suavidad. No uses fuerza excesiva; el truco está en deslizar el cuchillo de manera continua para sacar lonchas finas y uniformes.
Usa la parte más ancha del cuchillo para hacer cortes largos y la punta para liberar zonas más pequeñas o irregulares. Mantén la mano libre sobre la pieza para estabilizarla sin aplastar la carne.
Grosor ideal de las lonchas
Las lonchas deben ser finas y casi translúcidas. Un grosor de 1 a 2 milímetros funciona bien porque permite sentir la textura del jamón y disfrutar su sabor.
Si las lonchas son muy gruesas, el jamón puede sentirse duro o seco. Si son demasiado delgadas, puedes perder la jugosidad y parte del sabor. Mantén un grosor constante para que cada bocado sea igual.
Dirección y ángulo del corte
El ángulo del corte debe ser casi paralelo a la tabla o jamonero. Esto ayuda a que las lonchas salgan lisas y no se rompan.
Apoya bien el cuchillo y corta en dirección contraria a la pezuña, moviendo la hoja desde la base hacia el borde. Esto hace que el corte sea más fácil y limpio. Mantén un ángulo entre 30° y 45° para controlar bien la forma de cada loncha.
Conservación del jamón iniciado
Para conservar un jamón que ya has empezado a cortar, debes proteger bien la parte cortada y almacenarlo en un lugar que mantenga la temperatura y humedad adecuadas. Así evitarás que se seque o se estropee.
Cubrir el jamón correctamente
Después de cortar el jamón, usa su propia grasa para cubrir la superficie expuesta. Esto crea una capa que protege la carne del aire y evita que se seque.
Si la grasa no es suficiente, puedes cubrir la zona con papel film o un paño limpio y oscuro. Un paño opaco evita que la luz dañe el jamón y ayuda a prevenir la oxidación.
No envuelvas el jamón con plásticos que no dejen respirar, pues puede generar humedad y afectar su sabor.
Almacenamiento óptimo
Guarda el jamón a temperatura ambiente, idealmente entre 15 y 22 grados Celsius. Evita el frío del refrigerador, que endurece la grasa y cambia el sabor.
Colócalo en un lugar sin luz directa y lejos de fuentes de calor. Un sitio fresco, seco y ventilado funciona mejor.
Si tienes un jamonero, usa la pezuña hacia abajo para facilitar el corte y mantener la estabilidad. Esto también ayuda a que la grasa cubra naturalmente la parte cortada.
Errores comunes al empezar un jamón
Al comenzar a cortar un jamón, puedes cometer algunos errores que afectan su sabor y presentación. Es importante usar la técnica correcta, aprovechar todas las partes y manejar bien el cuchillo para sacar el máximo provecho de la pieza.
Cortes irregulares
Hacer cortes desiguales o muy gruesos puede arruinar la textura y el sabor del jamón. Los cortes deben ser finos y uniformes para que cada loncha se derrita en la boca.
Si cortas trozos muy grandes, pierdes el aroma y la delicadeza que tiene el jamón. Además, es más difícil disfrutarlo de forma controlada.
Para evitar cortes irregulares, presta atención a la dirección del grano de la carne y mantén el cuchillo firme y estable.
Mal uso de cuchillos
Usar cuchillos inadecuados o sin filo da trabajo extra y puede arruinar la pieza. Necesitas un cuchillo largo, afilado y flexible para hacer cortes limpios y evitar accidentes.
No uses cuchillos viejos o sin mantenimiento. Un cuchillo sin filo obliga a hacer presión, lo que puede romper las lonchas y dejar bordes irregulares.
Mantén siempre el cuchillo limpio y afilado durante el corte. Cambia de cuchillo si vas a cortar partes distintas del jamón como la caña o la babilla.
No aprovechar todas las partes
El jamón tiene zonas que se usan menos, pero que son muy sabrosas si sabes cómo cortarlas. Dejar partes sin aprovechar significa desperdiciar sabor y valor.
Por ejemplo, la babilla y la punta pueden quedar olvidadas porque son más duras o secas. Sin embargo, con el corte correcto, estas partes dan lonchas perfectas para cocinar o acompañar.
Recuerda limpiar bien la superficie tras sacar lonchas para usar todas las zonas. No desperdicies ningún trozo, porque cada parte tiene un gusto diferente y único.
Disfrutando el jamón recién cortado
Cuando termines de cortar tu jamón, es momento de probar esas lonchas frescas. Lo ideal es que las piezas sean finas y casi transparentes para que puedas apreciar mejor su sabor.
Para disfrutarlo bien, coloca el jamón en un plato a temperatura ambiente. Evita el frío para que no pierda aroma ni textura.
Puedes acompañar el jamón con pan tostado, un poco de tomate rallado o un chorrito de aceite de oliva. Estos detalles realzan su sabor sin taparlo.
Recuerda que el jamón tiene distintas partes, como la maza y la babilla, cada una con un sabor y textura diferente. Prueba un poco de cada para encontrar tu favorito.
Si quieres guardar jamón para después, cubre la zona cortada con un paño limpio y mantenlo en un lugar fresco y seco. Esto ayuda a conservar su aroma y evita que se seque.
Una forma sencilla de organizar el jamón recién cortado es usar una tabla como esta:
Parte del jamón | Característica principal | Mejor para |
---|---|---|
Maza | Más jugosa y grasa | Disfrutar en lonchas grandes |
Babilla | Más magra y firme | Cortes finos y para aperitivos |
Punta | Intenso en sabor | Pequeñas raciones y snacks |
Disfrutar del jamón es cuestión de paciencia y gusto. Tómate tu tiempo para saborearlo y compartirlo con quien quieras.
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